tiendas de ropa en tailandia

Los planes de convertir la muchedumbre de mochileros en viajeros adinerados no terminan de despegar a este lado de la isla, pero basta cruzar al otro lado para encontrarse hoteles de lujo y rincones paradisiacos que no distan mucho de lo que se encontraron los primeros en llegar a Phangan. Para los funcionarios de la Oficina de Turismo las fiestas se han convertido en una encrucijada: generan grandes ingresos –acceder a la playa las noches de luna llena cuesta algo más de dos euros–, pero atraen un turismo difícil de controlar y que aleja inversiones alternativas.